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KATHERINE ESPÍN RECIBIDA CON LOS BRAZOS ABIERTOS POR LA TRONCAL

El recibimiento en el aeropuerto causó que miembros de TAGSA refuercen la seguridad debido a la cantidad de personas que estuvieron presentes  a su llegada. El Alcalde y Reina de la Troncal se dieron cita también para ser por primeros en felicitarla.

Katherine arribó a las 3:45 de la tarde. Pero sus 8 maletas le impidieron salir inmediatamente. Con un sencillo vestido, pero llevando su banda y corona que la “acreditan” como Miss Earth 2016, Katherine salió del aeropuerto para encontrarse con un recibimiento que no “esperaba”. Dos buses de La Troncal llegaron con ciudadanos de este lugar que quisieron recibirla, abrazarla y gritar el nombre del Ecuador. Pitos, pancartas, globos, flores. Todos querían abrazar a la reina que tan bien dejó el nombre de La Troncal y del país en alto.

Luego de los abrazos, las felicitaciones, las entrevistas con los medios de comunicación, Katherine se dirigió a su lugar natal. Los carros no dejaban de pitar y cuando llegó a la entrada de la ciudad, la caravana fue incrementando su tamaño. Desde los balcones la saludaban y sacaban la bandera del Ecuador.

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El recibimiento fue en el auditorio del Municipio de La Troncal. Un pequeño acto fue preparado para la reina, quien trajo al Ecuador, la segunda corona de Miss Earth (la primera fue de Olga Álava Miss Earth 2012). Canciones y exaltaciones a la belleza de la reina fueron parte del evento. El decano de la extensión de la Universidad Católica de San Pablo mencionó su siempre disposición para ayudar a la comunidad universitaria.

En el homenaje Katherine manifestó que “Este es solo el comienzo para La Troncal…”. Además comprometió su apoyo a las actividades medioambientales que generará durante este año en su calidad de Miss Earth 2016

Luego del evento municipal, Katherine recibió otro homenaje, uno más cálido y más cercano, con sus familiares y amigos. Alrededor de las 22h30 aún no había “almorzado” pero seguía con una sonrisa envidiable, pese al jet lag y al cansancio, no dejaba de abrazar a los suyos, su pequeña hermana de 10 años, su mamá y papá que estuvieron pendientes de los detalles del recibimiento de Katherine.

 

A las 23h00 por fin Katherine se quedó en casa para disfrutar de su círculo cercano y por fin tal vez pudo almorzar y tomarse fotos con los suyos.

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